De la planta a la esponja: Cómo hacer tu propia esponja vegetal
La planta de la luffa nos regala su fruto estrella, que luego podemos utilizar para hacer nuestras esponjas vegetales, entre otros usos.
Vamos a ver cómo hacer esponja vegetal, paso a paso y de forma fácil, para así transformar la luffa en nuestra propia esponja vegetal.
Hay muchos tipos de esponjas: naturales, sintéticas, de colorines, más grandes, más pequeñas, etc. Pero hay una muy especial, y es la esponja vegetal hecha a partir de la planta de luffa.
Esta esponja es la más beneficiosa y recomendable, ya que es 100% ecológica, biodegradable y no lleva nada de plásticos.
Ya vimos cómo plantar luffa en la guía completa para cultivar esponja vegetal, y con esto pudimos ver cómo cultivar la planta de la luffa en nuestro huerto urbano fácilmente.
Ahora vamos a ir un pasito más allá, vamos a ver cómo hacer esponja vegetal de nuestra luffa ya cosechada.
Es un proceso muy fácil, que todos nosotros podremos hacer sin problema, pero hay detalles a tener en cuenta que son muy importantes para no liarla, con esto conseguiremos tener una esponja natural, vegetal, sostenible y creada en nuestro propio huerto urbano.
¿Cuándo cosechar la luffa? El primer paso para tu esponja vegetal
Uno de los puntos más importantes de esta guía para saber cómo hacer una esponja vegetal, es saber cuando cosechar la luffa.
Estando en la planta, veremos que está en su tamaño máximo, ya que no crecerá y tendrá un tamaño considerable. Notarás que poco a poco se irá secando, e irá cogiendo un color marrón, con una piel ligera y que se nota que van perdiendo frescura.
Nosotros las estuvimos secando en su propia mata en el mes de agosto, y las cosechamos a principio de septiembre. Las tuvimos secando durante septiembre ya cortadas, guardadas en casa en un lugar seco.
Es importante que se cojan por estas fechas, además de porque el ciclo de la propia luffa lo pedirá, y su maduración llegará a su máximo, porque es mejor cosecharla antes de las lluvias, y así evitaremos que se humedezcan y cojan moho.

Guía paso a paso: Cómo transformar la luffa en una esponja perfecta
Preparación
Ya la tenemos cortada de la planta, llega el momento de preparar la luffa para hacerla esponja.
Podemos dejarla unos días al sol para que se seque, incluso se le puede cortar las puntas para que se seque de una manera más rápida, pero es importante guardarla después en un lugar seco para que no se nos moje.
Nosotros no le cortamos las puntas, nos gusta verla entera y ver como se va secando poco a poco. Una de las claves está en chafarla con cuidado con nuestras propias manos. Cuando notemos que la luffa cruje, y que está seca, está lista para el siguiente paso.
Un truco que tenemos nosotros, es moverla de la siguiente forma, así si escuchamos un sonido como de maraca, ¡estamos de suerte! Ese sonido son las semillas que están sueltas, y lo que significa es que la luffa está lista para ser una esponja vegetal.
Si en vez de querer hacer una esponja vegetal lo que quieres es una maraca vegetal de luffa, aquí la tienes también, aunque no era nuestro objetivo😂
Ahora sí, podemos pasar al siguiente paso y empezar a limpiar la luffa.
Herramientas y materiales necesarios
Mucha gente utiliza cuchillos para limpiar la luffa o incluso algún tipo de cuchilla como para pelar las patatas. Nuestro consejo es que para pelar la luffa, lo hagas directamente con tus manos.
Es un proceso natural y es bueno sentir como se va pelando, lo harás con más tacto y es mucho más seguro, para ti y para la futura esponja natural que vas a hacer.
También puedes proteger tus manos con guantes, pero lo dicho, es un proceso seguro y creemos que es mejor directamente que limpies la luffa con tus manos.
Lo que sí es necesario que tengas, es unas tijeras a mano, ya que en el momento en que la luffa esté pelada, cortaremos la punta para que quede más estética.
Proceso de secado y pelado
Este es el momento, se podría decir que más preciso en el proceso de cómo hacer esponja vegetal, puesto que pasaremos de tener el fruto de la luffa a tener ya una parte de ella, completamente pelada y sin las semillas.
En el instante en que empecemos a limpiar la luffa iremos viendo que se parece más a una esponja vegetal que a una calabaza. Es el paso, se podría decir que más gratificante de todo el proceso que estamos viendo para saber hacer una esponja vegetal de luffa.
Lo que haremos será estrujar la luffa, apretarla, y ella sola se irá pelando. Se le irán cayendo trozos de su piel seca, y le iremos ayudando con nuestros dedos a quitar esa piel. Puedes también ayudarte de uno de estos cepillos con cerdas naturales para no dañarla, que se utiliza mucho en la cocina para limpiar nuestras cosechas.
Apriétala sin miedo, la luffa ya está seca y lista para ser una esponja natural, no la vas a romper. Cuando más aprietes, más se irá haciendo trocitos y se irá cayendo la piel.
Una de las cosas que vas a ver, es como salen muchas semillas de la parte de abajo de la esponja. Cada luffa puede tener desde 10 a más de 80 semillas.
Una vez ya tenemos toda la esponja de la luffa pelada, iremos al último paso para dejar la esponja vegetal más vistosa y bonita. Aunque desde este paso, funcionalmente ya podrás usar tu esponja natural para lo que queríamos, para tu ducha.
Lavado y limpieza de las semillas
Ya tenemos nuestra esponja pelada y lista para utilizar, pero vamos a ver cómo limpiar la luffa, ya que higiénicamente será mejor para nosotros.
Cuando tengamos la luffa completamente pelada, hay que agitarla para que salgan todas las semillas. Puede que vayan saliendo de vez en cuando, notaremos cuando ya no queden más semillas.
Puedes guardar estas semillas de luffa para volver a plantar al año que viene.
Lavaremos de forma natural nuestra esponja, bien con agua o bien con vinagre o carbonato. Nosotros las lavamos tan solo con agua y es suficiente. Lo que hacemos es remojarla y aclararla antes de usarla. Podemos secarla al sol, o bien dentro de casa directamente.
Una vez tenemos nuestra luffa pelada, sin semillas, lavada y seca, nosotros lo que hacemos es, según su tamaño, hacer varias esponjas de cada luffa.
Aquí ya cada uno puede elegir el tamaño de su esponja, si te gusta más grande, puedes usar una luffa directamente sin tocarla, o bien hacer trocitos.
Puedes también dejarle la punta sin cortar, o cortarla para que quede más estética.

Como toque final para dejar estéticamente nuestra esponja vegetal preparada para su uso, nosotros cortamos las puntas, hacemos esponjas de unos 12 cm cada una, y ponemos un pequeño cordel en la punta.
Gracias a este cordel podemos colgar nuestra esponja en el baño una vez usada.
Este cordel tiene que ser natural para que respetemos el medio ambiente y consigamos tener una esponja 100% sostenible, sin utilizar plásticos.
Nosotros utilizamos este cordel de yute natural biodegradable, que te servirá tanto para atar la luffa como para muchas más actividades de tu huerto urbano.
Consejos para el uso y el cuidado de tu esponja natural
La esponja suele durar aproximadamente de 2 a 3 meses. Es importante mantenerla limpia y libre de hongos, ya que si no será muy perjudicial para nuestra salud, cuidado con eso.
Ante la duda, si ves que tiene mala pinta, tírala. No hay que consumir en exceso, pero es una esponja totalmente sostenible, y una vez que empieza a ponerse negra o se desgasta, es bueno cambiarla por otra.
Como idea, puedes utilizar esta esponja gastada para hacer compost, ya que es biodegradable y totalmente natural. Si ya estás en proceso de crear tu propio compost, añádela, será otro granito de arena.
También puedes completar tu rutina natural con este jabón natural ecológico hecho a mano, combinándolo con tu esponja natural.
Como mantenerla limpia
Para mantener limpia nuestra esponja de luffa, es importante que una vez hayamos terminado de utilizarla, la escurramos bien en agua para quitarle cualquier parte de jabón que haya quedado, y la escurrimos de nuevo para que se quede sin agua.
Es mejor colgarla o incluso tenderla para que se seque, lo más perjudicial para nuestra esponja es que tenga mucha humedad, ya que hará que le salga moho y se ponga mala.
Preguntas frecuentes sobre la esponja vegetal de luffa
¿Cuánto tiempo tarda en secarse una luffa?
Normalmente, tarda entre 10 y 15 días, depende del clima. Cuanto más sol y ventilación tengamos, mejor. Nosotros hemos tardado casi 1 mes en secarlas bien antes de empezar a limpiar la luffa, pero seguramente con 2 semanas menos hubiera sido suficiente.
¿Se puede usar la esponja vegetal en la cocina?
Sí, puedes usar la esponja en la cocina y es perfecta para limpiar sin rayar superficies. Recuerda secarla bien al acabar.
¿Cada cuánto hay que cambiar la esponja vegetal?
Cada 2 o 3 meses, o cuando notes que empieza a perder firmeza. Es recomendable que no la tengas mucho más tiempo, por higiene y salud.
¿Cómo evitar que se pudra la luffa al secar?
Tienes que evitar la humedad en exceso y asegurarnos de girarla para que el aire circule.
¿Qué hacer si la esponja vegetal se pone negra?
Tírala, no lo pienses. Es señal de moho por exceso de humedad. Para evitarlo, cuélgala siempre en un lugar ventilado después de la ducha.
¿La esponja vegetal sirve para hacer compost?
Sí, como la esponja vegetal de luffa es totalmente natural, una vez que la hayamos usado y su vida útil haya terminado, podemos usarla para hacer compost. Es totalmente biodegradable.
La primera vez que mi luffa “cobró vida”
Como curiosidad, te diré que la esponja de luffa es posible que siga tirando alguna semilla mientras la usas. A mí me ha pasado en varias ocasiones, ¡estar usándola en la ducha y de repente ver cómo caía una semilla!
No te preocupes, es algo natural. Al fin y al cabo, esta esponja vegetal ha sido creada en tu propio huerto urbano, y transformada con tus propias manos. Al no haber pasado por ningún proceso mecánico, ¡esto puede pasar, y es algo bonito!
¿Te animas a crear tu propia esponja vegetal? ¡Cuéntanos en los comentarios tu experiencia con la luffa! 😊
